En el siglo IX quedó inservible y la gente empezó a usar sus piedras para sus propios propósitos.
Hasta el siglo XVIII el acueducto fue usado como puente que facilitaba el tráfico a pie atravesando el río.
En 1743 se construyó un nuevo puente junto a los arcos del nivel inferior, de tal forma que el tráfico rodado pudiese cruzar por allí.
La carretera que lleva al puente y las instalaciones cercanas sufrieron importantes desperfectos, aunque el acueducto en sí no se deterioró seriamente.
El gobierno francés patrocinó un proyecto de rediseño en cooperación con las autoridades locales, la UNESCO y la UE, que concluyó en 2000.
Otra consecuencia fue que ya no se permite caminar a través del conducto.
Sin embargo, el nuevo plan asegura que el área cercana al Puente sea ahora mucho más silenciosa, debido a la prohibición del tráfico motorizado, y el nuevo museo proporciona al visitante un contexto histórico más rico.