El arco de la plataforma y su gran deformación cuando soporta cargas, hacen que estos puentes no sean adecuados para el tráfico de vehículos o ferrocarriles, y su usó está restringido al tráfico peatonal.
En un puente de suspensión simple, los cables principales (o cadenas) siguen una curva hiperbólica, la catenaria.
Por el contrario, en un puente de tablero suspendido (ya sea "simple" o no) los cables principales describen una curva parabólica.
Las diferencias entre estas dos curvas fueron una cuestión de importancia en el siglo XVII, investigada por Isaac Newton.
[5][6] Una banda tesa también tiene una o más curvas de catenaria y una plataforma tendida sobre los cables principales.
Los puentes suspendidos simples que utilizan cadenas de hierro también se documentan en el Tíbet y en China.
Históricamente, su primera denominación hace referencia a que estos puentes se construían valiéndose de cuerdas.
[13][14][15] En el valle de Iya (Japón), se han construido puentes utilizando unas enredaderas denominadas wisterias.
[16][17] El arco del tablero del puente varía entre una catenaria y una parábola, dependiendo de si la plataforma está sujeta directamente a los cables, o bien se cuelga de estos mediante unos tirantes verticales.
Se utilizan en espectáculos de funambulismo o en actividades deportivas como el slackline (cuerda tensa), y requieren habilidad para usarlos.
Un puente muy ligero, construido con cables tensados, puede acercarse a un tablero en la pendiente casi horizontal de su plataforma.
El puente puede rigidizarse mediante la adición de cables que no soporten las cargas vivas o estructurales primarias y, por lo tanto, pueden ser relativamente ligeros.
Los puentes colgantes simples tienen aplicaciones en actividades al aire libre, y se han convertido en una opción popular para senderos en las copas de los árboles[20] y, donde el terreno es adecuado, para cruces de arroyos.
[22] Las tirolinas se pueden atravesar colgando por debajo del cable o caminando (por individuos con un equilibrio excepcional).