Es una práctica común en ejercicios militares, y también es utilizada por campesinos de regiones montañosas escarpadas.
Debido a que es una actividad que no depende de un esfuerzo físico por parte del participante la tirolesa es una opción como actividad de aventura, y se le puede encontrar en negocios como hoteles rurales, parques temáticos, parques acuáticos, clubes y otros segmentos de la recreación y el turismo.
El nombre viene del dosel arbóreo, ya que muchos de estos cables se instalan atravesando los bosques.
En Costa Rica el dispositivo fue inventado en Sarapiquí por el biólogo estadounidense Donald Perry, con el objetivo de estudiar el bosque tropical.
Sin embargo, dieciocho años después un empresario canadiense, Darren Hreniuk, inauguró un dosel público en Monteverde y patentó la tecnología en 1998, aunque en 2019 dicha patente fue anulada, y se determinó que el canopi no fue su invención.