Se trata de una estructura mixta (acero-hormigón) formada por dos tableros laterales curvos con paso peatonal techado y un tablero central recto, compuesto por seis vigas en paralelo.
[3] Este proyecto, que incluía la construcción de viviendas y oficinas, un hotel y un mercado, tuvo un retraso de nueve años.
[2] La reforma costó 2200 millones de pesetas que fueron aportados por mitades entre el Ministerio de Fomento y el municipio.
Además, de esta forma la M-30 se ensanchó dos carriles más por cada lado y se sustituyó el antiguo paso subterráneo por una calzada techada en los laterales.
[4] Fue realizada en cuatro etapas para no cortar el tráfico de la M-30 —con un tráfico medio 260 000— y de la calle Alcalá:[5]