Este tipo de puente se hizo muy popular en el primer tercio del siglo XX, existiendo numerosos ejemplos en Bélgica (así como en el Congo Belga) que posteriormente se fueron aplicando a otras partes del mundo.
El primer puente de estas características se construyó en Avelgem, Bélgica en 1902, gracias a las investigaciones que en 1896 realizó Arthur Vierendeel.
Vierendeel menciona su sistema por primera vez en público en el Congrès International des Architectes celebrado en agosto de 1897 en Brusselas.
Los puentes Vierendeel tienen como primera característica la de no tener travesaños triangulares (o en diagonal) en sus vanos.
Tal y como se elabora en los puentes de celosía tradicionales.