Puente 25 de Abril

En el puente sobre el río Tajo puede oírse constantemente el sonido del desplazamiento de los automóviles sobre unas rejillas metálicas a lo largo del puente (se aconseja no circular a mucha velocidad por el puente, ya que el enrejado que tiene su tablero hace que el coche no sea lo suficientemente seguro o estable a partir de 70 km/h).

Además, habrá días en los que se llegue a juntar 3000 trabajadores en este puente.

En 1996, se transfiere la gestión del puente a un consorcio de empresas portuguesas, francesas e inglesas denominado Lusoponte.

Este consorcio será también el que construya y gestione el Puente Vasco da Gama.

Por debajo de esta cota, estos mástiles descienden 80 y 35 metros hasta el firme bajo la vaguada del río.

Sin embargo, el Gobierno mantuvo el cobro del peaje más allá de esos 20 años hasta la concesión a Lusoponte, con lo que se creó un monopolio en el cruce sobre el Tajo por Lisboa.

Como resultado, el cruce del puente siempre ha requerido un peaje, primero en ambos sentidos y, desde 1993, sólo en sentido norte, estando situadas las cabinas de peaje en la margen sur del río Tajo.

La concesionaria fue Lusoponte, un consorcio privado que se creó para construir el Puente Vasco da Gama a coste cero para las arcas públicas a cambio del peaje de ambos puentes.

Vista del puente
Sonido de los coches en el puente