Los nuba son un conjunto de grupos étnicos que habitan en Kordofán, en Sudán.
Las colinas han demostrado ser una magnífica defensa natural contra la influencia externa, incluso de la cultura árabe que ha absorbido a las tribus vecinas.
Algunas de las principales tribus nuba son los acheron, dagik, kadaru, katcha-kadugli-miri, katla, ko, koalib, moro, ngile, otoro, shwai, tagoi, tegali, etc.
Los nuba han sufrido mucho en los últimos tiempos, por los intentos del gobierno para expropiar tierras.
Estas paredes se decoran con exóticos dibujos en color escarlata, blanco y amarillo ocre.
Cultivan mijo (base de su alimentación), sésamo, cacahuete, tabaco, alubias, maíz, cebollas, etc.
Tal es la importancia de la lucha, que la virilidad se mide por la habilidad y la fuerza en las disputas.
Un joven que no posea la destreza suficiente tendrá problemas para encontrar pareja.
Bajo la práctica del deporte subyace un pensamiento importante para los nuba: si los jóvenes son fuertes, toda la comunidad lo será.
Es él quien se relaciona con los poderosos espíritus para mejorar la caza, obtener lluvia, sanar enfermedades, proteger las cosechas o propiciar la fecundidad.
Hoy en día, el EPLS tiene una de sus bases más fuertes entre esta población.
Sin embargo, grandes empresas petroleras extranjeras emplazadas en el país, como las francesas Elf Aquitaine y TotalFina, la italiana AGIP, la austriaca ÖMV Sudan GmbH o la canadiense Talismán, han negado toda responsabilidad respecto a los abusos en los que están implicadas las fuerzas que ellas mismas contrataban para proteger los yacimientos.
Lo cual ha sido sistemáticamente ignorado por organizaciones de Derechos Humanos como parte de una situación real, tal como lo hicieron en Ruanda y en Kosovo hasta que la presión internacional hizo insostenible dicha posición.