Puebla de la Parrilla

En 1978, gracias a Franco se dispusieron las distintas instalaciones en funcionamiento para que el poblado fuera habitable.

En 1978, ya se dispusieron todas las instalaciones en funcionamiento para que el poblado tuviera las condiciones necesarias para ser perfectamente habitable.

El propio José Antonio Gómez-Luengo expreso esto de la siguiente manera: “Todo lo que yo hice ha desaparecido, pues los propios habitantes han hecho modificaciones en sus viviendas, y eso ha hecho que mi proyecto original haya casi desaparecido”.

Todos estos cambios han conllevado a la pérdida de los elementos compositivos y/o decorativos propuestos por el arquitecto.

Además, pretendió o intentó suprimir los muros de cerramiento para crear calles peatonales (poco conformadas) basándose en la arquitectura tradicional árabe.

Estos arquitectos (incluido el propio José Antonio) propiciaban un arte más moderno, unos edificios con una arquitectura avanzada que intentaba dar respuesta a tradiciones nacionales.

Tanto la iglesia como el ayuntamiento cierran dicha calle y el pueblo, al mismo tiempo que las construcciones de tipo administrativo o servicios públicos se encuentran en la parte oriental del emplazamiento.Tras darle vueltas, se aprobó la segunda propuesta de José Antonio Gómez-Luengo en 1969, cumpliendo en la misma las exigencias que se le pedían en el proyecto: Hay que destacar la especial influencia que toma el arquitecto de Antonio Fernández Alba y su pueblo de El Priorato, de cuya dirección se encargó José Antonio Gómez-Luengo.

Se refleja la concepción hermética que el arquitecto le quiere proporcionar al pueblo con su estrechez y suprimido de perspectivas amplias, sobre pasando la solución tradicional.

Las únicas calles más ensanchadas se deben a la necesaria travesía de tractores.

La plaza es el centro del poblado, tiene forma rectangular y alrededor de ella se hallan diferentes edificios (viviendas de los maestros, el ayuntamiento, la escuela y la iglesia).

Se puede observar el rechazo hacia las soluciones tradicionales conforme a la plaza y las calles.

Las calles peatonales son las encargadas de distribuir las viviendas, permitiendo un notable y acogedor tránsito por las mismas.

Esto fue una de las modificaciones que sufrió la población por los mismos inquilinos.Las dependencias de los obreros o funcionarios se dividen en dos tipos que muestran unas claras diferencias con las demás casas del emplazamiento.

El acceso a la misma lo encontramos en un lateral del edificio sacro, compuesto por unos muros que muestran al creyente la dirección de la entrada.

Presenta una planta única, y en ella José Antonio Gómez-Luengo juega con los volúmenes de forma notable, a la vez que el altar mayor se distingue perfectamente del resto como punto de mira una vez dentro del recinto.

Junto con la iglesia, encontramos el Salón de Acción Católica y la residencia del párroco.