El general joven cumplió satisfactoriamente su cometido: socorrió Amiso, que cercaba Asclepiodoro; recuperó toda la satrapía de Capadocia; y seguidamente penetró en Bitinia, a cuyo rey Cipetes obligó a coligarse con Antígono.
[2] Forjó una alianza con Dioniso, tirano de Heraclea, que afianzó desposando a su hija.
Ptolomeo, sin embargo, recibió noticia del ataque y tendió una celada a Eupolemo, cuyo ejército al completo apresó.
[5] La llegada a la región del mismo Antígono en el verano del 313 a. C. reforzó su autoridad; Ptolomeo tras participar en los cercos de Cauno y Yaso, pasó con un ejército considerable a Grecia librar allí la guerra contra Casandro.
Quizá deseaba quedar como señor del Peloponeso, aunque la reconciliación de Poliperconte con Casandro lo impidió.