Éumenes de Cardia

En la nueva guerra surgida tras la muerte de Antípatro, Éumenes se alió con el regente Poliperconte, al que Antípatro había legado su posición en detrimento de su propio hijo Casandro.

En el año 318 a. C., Antígono marchó nuevamente contra él con un ejército de 60.000 infantes, 10 000 jinetes y 30 elefantes,[1]​ y Éumenes se retiró al Este para unirse con los sátrapas de las provincias más allá del río Tigris.

En estas circunstancias, Éumenes, que por su origen griego contaba con pocas simpatías entre los antiguos macedonios, introdujo el culto a Alejandro, haciendo elevar un altar ante el trono y los ornamentos del difunto rey y haciendo sacrificios diarios.

Según Plutarco y Diodoro, Éumenes había ganado la batalla pero perdió el bagaje de su ejército.

Contenía no solo oro y joyas, sino también a sus mujeres e hijos.

Por esa razón su nombre bautiza a una subfamilia (Eumeninae) y género Eumenes de las Vespidae.

Ilustración del enfrentamiento entre Éumenes de Cardia y Neoptólomeo, en el contexto de la guerra de los diádocos.