[1] Antes del uso generalizado de lentes intraoculares, el ojo intervenido de catarata quedaba sin cristalino, situación que se conoce como afaquia.
El ojo pseudofáquico no precisa la utilización de gruesos cristales correctores como el afáquico y la visión es en general considerablemente mejor pues los gruesos cristales externos necesarios para compensar la falta de cristalino magnifican las imágenes y producen aberraciones esféricas y cromáticas.
El cristalino es una parte del ojo que en circunstancias normales se encuentra por detrás del iris y se comporta como una lente.
Su presencia es necesaria para una correcta visión, pues su capacidad de refracción es imprescindible para que los rayos de luz que penetran en el ojo converjan exactamente sobre la retina.
Cuando existe una enfermedad del ojo llamada catarata, el cristalino pierde su transparencia por lo cual la luz no puede penetrar en el globo ocular y la visión es borrosa o nula.