Cuando el dispositivo fuese detonado, se dispararían haces de rayos-x en diferentes direcciones.
[2] Los cálculos mostraron que el pulso de alta energía de los láseres podría ocurrir antes que la detonación destruyera los láseres y el resto del satélite.
Tenía que haber al menos uno entre Estados Unidos y sus enemigos cuando un ocurriese un lanzamiento masivo de ICMBs (misiles balísticos intercontinentales, por sus siglas en inglés).
[4] Se determinó que el proyecto estaba fuera de alcance para la tecnología actual y fue formalmente abandonado en 1992.
La investigación fue dirigida a los satélites láser y armas cinéticas bajo la iniciativa de defensa estratégica.