Un Protréptico (del griego antiguo προτρεπτικός /proteptikós/, de προτρέπω /protrépō/ 'instar') es un género literario antiguo, utilizado habitualmente para invitar al ejercicio de la vida filosófica.
Uno de los más conocidos, el de Aristóteles, dice así: Si hay que filosofar, hay que filosofar.
El Protrepticus o Exhortación a la filosofía, obra que no ha llegado hasta nosotros pero que conocemos por las numerosas citas que aparecen en la obra del mismo título de Jámblico, dedicada a Themiso, rey de una ciudad de Chipre, debió de ser escrita por Aristóteles hacia el año 350 a. C. Se trataba, en efecto, de una exhortación a la filosofía, siendo ésta el mayor de los bienes, puesto que tiene como fin a sí misma, mientras que las demás ciencias tienen como fin algo distinto de sí mismas.
La filosofía es a la vez buena y útil, pero hay que privilegiar la bondad sobre la utilidad: "Algunas cosas, sin las cuales es imposible vivir, las amamos en vista de algo distinto de ellas mismas, y a éstas debemos llamarlas causas necesarias y concomitantes; otras, en cambio, las amamos por sí mismas, aunque de ellas no se derive nada más, y a éstas debemos llamarlas propiamente bienes [...] Sería, pues, completamente ridículo buscar una utilidad a todo lo que no sea la cosa misma, y preguntar: '¿Qué es útil para nosotros?
Es bien conocida la obra homónima de Clemente de Alejandría, una exhortación a la conversión al cristianismo y a la consiguiente demolición del paganismo, dirigida a sus compatriotas alejandrinos y fechada entre 180 y 200 d. C. Si es original e intencionado, el título indicaría una concepción específica del cristianismo como "verdadera filosofía" de la vida por parte del autor.