Los agentes policiales días después fueron destituidos, alegándose que podrían alterar las pruebas de los hechos, ante un eventual proceso criminal.
[14][13][16] La contención de las protestas de 2019-2020, por simple efecto del Covid-19,[17] se reflejó en una desmovilización general, que tras el suceso policial se destrabó, motivándose nuevamente los ciudadanos a participar activamente en protestas y marchas, en algunos casos llegándose a la violencia callejera.
En relación con estos hechos, también se convocaron manifestaciones en ciudades capitales como Medellín,[27] Barranquilla,[28] Cali,[29] Cúcuta[30] entre otras.
[89] Representantes del gobierno nacional, como Miguel Ceballos, alto comisionado para la Paz, y Carlos Holmes Trujillo, ministro de Defensa, atribuyen la responsabilidad por los disturbios a grupos armados como las disidencias de las FARC-EP y el ELN.
[90] El general Gustavo Moreno, director encargado de la Policía Nacional, atribuyó los disturbios a "colectivos populares" cuya estructura y funcionamiento, según él, guardan similitudes con los de los colectivos chavistas.
El distrito, a través de Hugo Acero, se desmarca de estas acusaciones señalando que "han sido hechos que se han presentado de manera particular y como tal deben ser investigados y sancionados".
[111] La alcaldesa Claudia López pidió perdón a las víctimas de la violencia policial en Bogotá.
[117] Igualmente se propone que tenga participación ciudadana ya que aparte de las reformas a la institución a principios de los 90s y en 2003, se han realizado comisiones presidenciales sobre el tema con pocos resultados.
Varios medios y políticos se refieren a estos acontecimientos como 'la masacre de Bogotá'.