400 tanques y 10 000 soldados del Ejército Popular polaco (Ludowe Wojsko Polskiey) y del cuerpo de seguridad interna (Korpus Bezpieczeństwa Wewnętrznego), bajo las órdenes del general polaco-soviético Stanislav Poplavski, fueron los encargados de sofocar la manifestación y durante dicha contención dispararon a los manifestantes civiles.
El discurso de Nikita Jrushchov Acerca del culto a la personalidad y sus consecuencias tuvo amplias repercusiones fuera de la Unión Soviética y en otros países comunistas.
Mientras la intelligentsia expresaba su disconformidad a través de discusiones y publicaciones, los trabajadores tomaron las calles.
Las condiciones de vida en Polonia no mejoraban, lo que contradecía la propaganda del gobierno, y los obreros encontraban que tenían cada vez menos poder en comparación con la burocracia del Partido (nomenklatura).
Por varios meses fueron enviadas inútilmente peticiones, cartas y delegaciones al Ministerio Polaco de Industria Mecánica y al Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco.
Trabajadores de otras plantas, instituciones y estudiantes se unieron a la procesión.
Los manifestantes pedían precios más bajos para los alimentos, incrementos salariales y la revocación de algunos cambios legales recientes que habían deteriorado las condiciones laborales.
Desde entonces hasta las 6 p. m., los manifestantes tomaron o sitiaron varios edificios gubernamentales e instituciones en Poznan y sus alrededores, incluyendo la corte del distrito y la oficina del fiscal, el Instituto del Seguro Social en la calle Dąbrowskiego, las estaciones de la policía civil en Junikowo, Wilda, Swarzędz, Puszczykowo y Mosina.
Además destruyeron los documentos que encontraron en la estación de policía local, en la procuraduría y en el tribunal.
Estos soldados entablaron chácharas amigables con los manifestantes; algunos informes señalan que fueron tomados dos tanques y algunas tropas desarmadas.
Los oficiales rusos llegaron a las 2 p. m. al aeropuerto de Poznan y tomaron el mando.
El gobierno fracasó en sus intentos de coaccionar a los detenidos para que confesaran que habían sido provocados por servicios secretos extranjeros (occidentales); sin embargo, esta se convirtió en la línea oficial del gobierno en los años posteriores.
La incapacidad sistemática del gobierno para cumplir con una demanda básica fue lo que condujo a la búsqueda de un cambio político, pero incluso durante la historia de Solidarność pocos reclamaron amplias reformas políticas.