Sin embargo, no se requieren visas para los turistas rusos, en donde proviene la gran mayoría del turismo sexual.
[9] En 2009, un ciudadano turco residente en Bielorrusia fie condenado a 7 años de cárcel, por organizar turismo sexual desde Turquía.
Algunos ciudadanos de Oriente Medio también han sido deportados del país, por actividades relacionadas.
El gobierno ha identificado a víctimas bielorrusas, moldavas, rusas, ucranianas, y vietnamitas explotadas en el país.
El gobierno informó sobre una investigación del tráfico sexual en 2016 bajo el artículo 181, en comparación con una en 2015, otra en 2014, y seis en 2013.