El Tribunal Constitucional del Perú ha referido, en una sentencia de 2002, que la reforma de la constitución tiene límites materiales; es decir, principios supremos del ordenamiento constitucional que no pueden ser tocados por la obra del poder reformador.
El opositor Alejandro Toledo anunció que desconocería los resultados ante «un proceso tan viciado y tan irregular» que no llevan a la realización de una segunda vuelta.
[8] Debido a las denuncias de fraude, Toledo anunció que no se presentaría en la segunda vuelta.
[11] La mesa de diálogo estuvo presidida por el excanciller dominicano Eduardo Latorre.
[12] En septiembre de 2000 la oposición reveló un vladivideo en el cual el asesor presidencial Vladimiro Montesinos le entregaba dinero al congresista opositor Alberto Kouri a cambio de sus votos.
Ante ello, el congreso no aceptó la renuncia y aprobó la vacancia de la presidencia por «incapacidad moral permanente».
Luego, ante la renuncia de los vicepresidentes Francisco Tudela y Ricardo Márquez, se llevó a cabo la sucesión constitucional que dio lugar al gobierno de transición del Presidente del Congreso Valentín Paniagua.
Los demás plazos establecidos en la Ley Orgánica de Elecciones y la Ley de Organizaciones Políticas no son aplicables para este proceso electoral.
[16][17][18] En caso el congreso negara la cuestión de confianza, el Presidente Vizcarra quedaría facultado para disolver el congreso, debido a que sería la segunda vez que se niega una cuestión de confianza.
En la carta, Olaechea sostuvo que el enfrentamiento entre ambos poderes se mantiene y que este se inició con el pedido de confianza del Ejecutivo «bajo amenaza de disponer la disolución del Congreso».
[25] El grupo incluye a Josep María Castella Andreu, Domingo Hernández Emparanza y José Luis Vargas Valdez.