El procesamiento es una decisión preliminar del derecho procesal penal, que se utiliza en algunos países, por la que un juez de investigación o juez de garantía considera que existen serias sospechas acreditadas por semiplena prueba, para iniciar un juicio contra una persona imputada de uno o más delitos.
El "procesamiento" es el segundo escalón en una escalera acusatoria del procedimiento penal, que se inicia durante la investigación, con la simple sospecha sin pruebas y finaliza en la demostración acabada de la culpabilidad de una persona, luego de que se realice el juicio y se agoten las revisiones: El procesamiento no cancela la presunción de inocencia del acusado, cuestión que sólo se resuelve al finalizar el juicio y agotar los recursos.
En algunos ordenamientos se requiere definir la situación del procesado en cuanto a si continuará o no en libertad y sus condiciones en caso de concederse, en el ordenamiento nacional de Argentina esto se resuelve por separado.
No todos los países contemplan la posibilidad del procesamiento de las personas, como etapa preliminar anterior al juicio, durante la investigación.
[1] Entre los países que no contemplan el "procesamiento" se encuentra Chile, que dejó de utilizar este mecanismo al realizar la Reforma Procesal Penal (2001-2005), que abandonó el sistema inquisitivo anterior, estableciendo un mecanismo diferente fundado en la "formalización de la investigación", con estrictos plazos para finalizarla y elevar la causa a juicio.