Se llama probeta a la máquina pirotécnica utilizada para probar la calidad y violencia de la pólvora.
Se han conocido varias especies de probetas: algunas levantaban pesos, otras hacían dar vueltas a una rueda de hierro dentada, y otras en fin, despedían balas de varios calibres a cierta distancia con mayor o menor elevación.
La probeta generalmente admitida a principios del siglo XIX era la del morterete o pequeño mortero del diámetro de siete pulgadas y nueve puntos y cuya puntería se fijaba a cuarenta y cinco grados de elevación: tres onzas de pólvora colocada en el morterete debían despedir una bala del peso de cuarenta y cinco libras castellanas a la distancia de cincuenta toesas por lo menos.
La pólvora que no producía este efecto no se admitía en los Reales almacenes de artillería.
Diccionario militar español-francés, Federico Moretti, 1832