Privilegio parlamentario

El privilegio parlamentario es polémico por su potencial de abuso; un miembro puede hacer uso del privilegio para hacer alegaciones hirientes que comúnmente serían reprobadas por leyes de difamación, sin primero determinar si aquellas alegaciones tienen una base o causa fuerte.El privilegio parlamentario puede entonces ser reclamados de forma individual por los Miembros, o por la Cámara, colectivamente.Se ha sostenido desde hace tiempo que para realizar sus funciones, los cuerpos legislativos requieren ciertos privilegios vinculados a la conducta de su competencia.También ha sido largamente aceptado que estos privilegios se deben sustentar absoluta y constitucionalmente si son eficaces; la rama ejecutiva de nuestro gobierno debe gozar de cierta autonomía que incluso ni la Corona ni las cortes puedan tocar.Basados en el Parlamento británico, se les estimó como portadores de tales poderes y autoridad que son necesariamente incidentales para su correcto funcionamiento.