El NKVD esperaba que la guerra daría lugar a muchos prisioneros de guerra y planeó nueve campamentos para manejar a unos 25 000 hombres.
Se estima que la tasa de mortalidad fue incluso del 40 por ciento.
Los estudios finlandeses han rastreado a los individuos y sus destinos.
Las causas más comunes de muerte fueron el hambre, el frío y el transporte opresivo.
Los partisanos operaron en el interior del territorio finlandés y ejecutaron principalmente a sus soldados y prisioneros de guerra civiles después de un interrogatorio menor.