Personas sentenciadas en otras partes del imperio fueron trasladadas al asentamiento de Hobart para cumplir su condena.
[2] Durante la década de 1820 se crearon establecimientos temporales para recluir mujeres.
Su nombre en inglés utilizaba el término «fábrica» con la intención de hacer confusa la función del edificio y las condiciones bajo las que estaban las reclusas.
Estas condiciones llevaron a una alta tasa de enfermedad y muerte entre las reclusas.
Se consideró que el proyecto fracasó en su propósito de reinsertar a las reclusas en la sociedad.