Prisco del Epiro (c. 305 - c. 395) fue un filósofo y teúrgo neoplatónico y amigo del emperador romano Juliano el Apóstata.
Prisco fue pupilo de Edesio en Pérgamo y luego fue a enseñar a Atenas, donde fue maestro de Juliano.
[1] Cuando Juliano estuvo en Galia, escribió a Prisco con la intención de adquirir los escritos de Jámblico sobre los oráculos caldeos.
[3] Prisco y Máximo de Éfeso viajaron con Juliano en campaña a Persia y estuvieron con él cuando falleció en 363.
[5] Prisco regresó a Atenas donde continuó enseñando por más de treinta años.