Prisco (f. siglo I) tradicionalmente considerado el primer obispo de la antigua Capua, fue un mártir cristiano; es venerado como santo por la Iglesia Católica.
[2] Esta tradición, además, se relata en el "Acta Atinensis Ecclesiae" donde, hablando de Pedro y sus discípulos que llegaron a Roma desde Antioquía, se dice que el príncipe de los apóstoles pasó por Nápoles donde consagró al obispo Aspreno y por Capua donde dejó al obispo Prisco.
Otro tratamiento importante sobre el santo lo escribió Francesco Granata, obispo de Sessa,[3] según el cual el Prisco consiguió la destrucción del templo de Diana Tifatina y tuvo dos discípulos, en particular Sinoto, que habría sido su sucesor.
Del martirologio romano: "En Capua en la Via Aquaria en Campania, San Prisco, mártir".
Según algunas versiones[4] fue el arzobispo Niccolò Caracciolo quien identificó los restos recogidos en un ataúd de estilo árabe-bizantino del siglo XIII en 1712.