Principado de Tarragona

Resulta significativa la afirmación efectuada en aquel traspaso definitivo de la antigua (e Imperial) Tarraco (Tarragona), que se la declaraba "destruida y desierta, sin cultivos ni inquilinos".Robert d'Aguiló fue un auténtico príncipe guerrero, un caballero medieval que reclutó soldados en su Normandía natal para consolidar el poder cristiano sobre la región.Encomendó parte de las tierras tarraconenses en vasallaje a diferentes caballeros cristianos, quienes tenían como objetivo repoblar la región.La situación en Tarragona se complicó con la muerte del obispo Oleguer y la elección de su sucesor.En 1149, el Príncipe Robert d'Aguiló, cedió el gobierno a su hijo Guillem, intentando hacer heredad del señorío vitalicio donado en Tarragona.Este acto fue rechazado por el arzobispo Bernat Tort, quien consideraba que el verdadero derecho a nombrar un sucesor al Príncipe le correspondía a la Iglesia Católica, pues Tarragona pertenecía, realmente, al Arzobispado de Tarragona, según había establecido el conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, en el año 1118.Esta concesión no gustó al arzobispo Hugo y aquel mismo año (1168) ordenó el asesinato en Tortosa de Guillem d'Aguiló.En una cita histórica, el profesor Eloy Benito Ruano recoge la forma en que el conde Ramón Berenguer IV firmó la aceptación de la renuncia a Tarragona por parte del arzobispo no solo como «comes Barcinonae, Tortosae, lllerdaeque marchio», sino también como «princeps Tarraconae et Aragonum»[7]​ (Príncipe de Tarragona y Aragón), si bien el sentido de estos princeps remitían a su capacidad para ejercer el poder, y no a que fueran un «Principado» entendido como una entidad política o estado medieval independiente.70), que juzga «congruente con cuanto llevamos consignado respecto al Principado tarraconense», se aduce la afirmación de un trabajo de L. J. McCranc[8]​ (quien escribió la tesis doctoral Restoration and reconquest in medieval Catalonia: The Church and the Principality of Tarragona): «Princeps, in Catalan usage, had a generic meaning perhaps different from northern interpretations of what the title entailed» (princeps, en su uso catalán, tenía un significado genérico quizás diferente de lo que por tal título se interpretaba más al norte).