[5] Los anarquistas también participaron en mítines públicos, pero caminaron para entregar sus reivindicaciones al presidente del Congreso de los Diputados.
[5] Las manifestaciones en Madrid no envolvieron ningún conflicto notable, pero otros lugares en el país experimentaron violencia.
El primer Día del Trabajador de España demostró suceso irrefutable, ya que, aunque ganancias específicas no fueron recibidas por todo el país, ambos el gobierno y jefes individuales se tornaron conscientes del hecho de que la clase obrera necesitaba atención.
[1] Después de la declaración, estimadas 300.000 personas caminaron en Madrid, lideradas por la ‘República’ (representada por una niña vestida con “gorro frigio y bandera tricolor”[1]), terminando donde el presidente de la época, Niceto Alcala-Zamora, celebró “’el final del antagonismo social’”.
[6] Desafortunadamente, ninguna de las protestas trajeron mejoras significativas a la clase obrera, ya que la mayoría fue parada por Franco.
Casi 20 años después de que Franco puso un fin al Día del Trabajador español, la Iglesia Católica intervino.
En 1955, el papa Pío XII decidió dedicar el primero de mayo a la fiesta de San José Artesano, también conocido como San José Obrero,[7] y Franco incorporó el feriado al año siguiente.
[6] Adicionalmente, en el primero de mayo, se organizaron pequeñas concentraciones en frente al sindicato vertical.
[1] Esta nueva reacción disminuyó la participación en las manifestaciones al largo de los años, entonces esto también fracasó en conseguir mejoras para la clase obrera.
Primero de Mayo en 1977 marcó el comienzo del Día del Trabajador español de hoy, ya que los sindicatos obreros más importantes que habían estado parados o muy lentos en su crecimiento durante la dictadura ahora estaban legalizados y muy activos.
Desde cuando el día ganó su estatus como feriado por la segunda vez, los trabajadores protestantes no han necesitado ocupar su tiempo con menciones de huelgas.
[8] En las décadas más recientes, las estrategias de la mayoría de los sindicatos han sido concentradas en analizar las ganas y pierdas del año anterior, organizando reuniones para discutir cuales derechos y asistencia deben priorizar para el año siguiente.