Severus Snape es un personaje ficticio en las series de Harry Potter, escritas por la autora inglesa J. K. Rowling.
Severus Snape es un personaje muy marcado por su apariencia física, recordada y citada muchas veces durante la serie.
En su aparición en el séptimo libro, cuando se observan sus recuerdos de la niñez, viste una camisa y pantalones cortos, con un abrigo largo, varias tallas más grande.
Durante los primeros seis libros, Snape es un profesor odiado por todos, excepto por los alumnos de su casa.
Algunos incluso le temen, como es el caso de Neville Longbottom (cuyo boggart se convierte en el profesor), y es frecuente que su carácter sea descrito como ácido, desagradable, sarcástico e incluso cruel.
Sin embargo, cuando se trata de Sirius o Harry, es mucho más irritable y es común verle con el temperamento algo subido.
Sin embargo, al final del séptimo libro se deja de ver a Severus Snape como un profesor y mortífago, cuyas lealtades son constantemente cuestionadas, para verle como un ser humano: se descubre que Snape es un mago muy marcado por su pasado, desde las continuas discusiones y maltratos que soportaba en su casa de niño hasta el amor que sentía por Lily Evans (madre de Harry Potter).
Sus padres fueron una bruja llamada Eileen Prince y un muggle llamado Tobias Snape, quien no sentía demasiado aprecio ni por Severus ni por su madre (en uno de sus recuerdos infantiles, su padre gritaba y pegaba a su atemorizada madre, mientras Severus niño lloraba en un rincón).
Snape era un chico solitario, que creció conociendo la magia y consciente de sus poderes.
Durante sus once primeros años tuvo que vivir en el hogar de un padre violento.
Snape estaba deseando marcharse a Hogwarts y dejar atrás una casa en la que no era feliz.
Fue el desliz de Snape al llamar a Lily "sangre sucia" por accidente lo que rompió una amistad ya deteriorada desde hacía algún tiempo.
Según Horace Slughorn, Snape también destacaba por su dominio en Pociones, asignatura en la cual Lily Evans también obtenía buenos resultados debido a su talento propio y muy probablemente por recibir algo de ayuda de Severus.
Lily murió, provocando el desencanto de Snape, quien había creído que Voldemort no acabaría con ella y saldando su alianza con la Orden del Fénix, con la única condición de que Dumbledore no revelara sus motivos (su amor por Lily), a quien amó por siempre.
Snape fue, hasta el día de su muerte, leal a Dumbledore, quien le puso las pruebas más complicadas.
Durante los tres primeros libros, Snape es únicamente tratado como el profesor de Pociones, cuyo odio por Harry (y viceversa), le hacen un personaje poco apreciado y del que se desconfía habitualmente.
Con Sirius Black, la situación es mucho más extrema, pues le entrega a los dementores (sin escuchar ninguna versión de los hechos y sin importarle si es culpable o no), más guiado por el odio que se tenían que porque lo considere correcto.
Lupin, quien ya estaba transformado en hombre lobo ve a los muchachos y les lanza un zarpazo, pero Snape los protege con su propio cuerpo, ocupándose de velar por la salud de los tres y llevarlos a la enfermería.
Harry Potter y el misterio del príncipe supone una revolución en la imagen que los lectores tenían de Snape.
El libro comienza con Snape como profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, puesto que, durante años, le había sido negado.
La frase "Dumbledore dice que tiene sus motivos para confiar en Snape" se escucha más veces en este libro que en todos los anteriores y parece que la cuestión de confiar o no en Snape va, cada vez más, estrechamente ligado con el hecho de confiar en el criterio de Dumbledore o no.
Esta nueva realidad, que es revelada gracias a sus memorias, muestra la verdadera lealtad del personaje y lo dibujan como un mago muy valiente, y uno de los personajes más complejos dentro del Universo de Harry Potter.
En la película Harry Potter y la Orden del Fénix, Snape en sus tiempos de estudiante es interpretado por Alec Hopkins.