[2] Ya en el siglo XX se profundizaron los pozos verticales como San Luis y Samuño.
En 1925 comienza la profundización del Samuño, que finaliza tras la Guerra Civil.
En la posguerra contó con una colonia penitenciaria que llegó a albergar 180 presos, los cuales conmutaban parte de su pena trabajando en el pozo.
Su entrada se protege con un pabellón o cobertizo de embarque.
Recibe abundante luz gracias a los ventanales que recorren por completo la fachada.