Portugués angoleño

Algunos de los muchos ejemplos son las palabras: camba, cota, caçula o bazar, que provienen de vocablos kimbundi, di-kamba (amigo), dikota (más viejo), kasule (el hijo menor), y kabuza (huir), respectivamente.

Más allá de aquellos que ya existen en los diccionarios de lengua portuguesa como batuque, bobó, bunda, cabolar, capanga, cará, caringa, curinga, dendê, gingar, ginguba, jimbolamento, jimbolo, jingo, machimbombo, maxim, minhoca, missanga, mocambo, mocotó, moleque, munda, mutula, muzungo, pupu, quibuca, quilombo, quitanda, samba, sibongo, tacula, tamargueira, tanga, tarrafe, tesse, ulojanja, umbala, zingar y muchos otros.

El idioma portugués, si bien fue hablado con anterioridad, ingresó notoriamente en Angola durante el siglo XIX, luego de la división de África entre los ex-imperios coloniales (Portugal, España, Francia, Bélgica, Alemania y Gran Bretaña).

poji, pois), así como varios ejemplos de palabras portuguesas adaptadas a la morfología del kimbundu (p. ej.

[7]​ Los idiomas locales comenzaron a ser vistos como inferiores, tanto por los colonizadores y los pueblos originarios.

Tras la paz entre la UNITA y el MPLA, los refugiados que regresaron a las regiones rurales de origen llevaban ya al portugués como primera lengua.

Los dos presidentes de Angola, Agostinho Neto y José Eduardo dos Santos, siempre se expresaron en portugués.

Por otro lado, el portugués angoleño es más cantado y arrastrado por la influencia de las lenguas africanas.

[10]​ Hasta el momento, en el país continúan las normas del Acuerdo Ortográfico de 1945.

[11]​ No obstante, en Angola se recurre frecuentemente al uso de las letras k,w e y en la escritura de ciertos antropónimos, topónimos y otras palabras que, en Portugal se escribirían con c o q, u e i, respectivamente.

En la capital, Luanda, es hablado un portugués muy estandarizado, y tanto la cultura como los lenguajes tribales son prácticamente inexistentes.

Los angoleños en Lisboa también suelen tener la tendencia a crear nuevas palabras para usarlas socialmente, así también como expresiones grupales, tanto que incluso recién llegados de Angola son incapaces de entender dichas frases correctamente.

Señal en portugués en la avenida Lenin de Luanda.