Popa Tanda

Debido a esa dejadez por los jardines y por las casas, la imagen que ofrece la aldea es desoladora.

Esto no amilana al cura, quien persiste en su actitud e intenta diversas formas de incitarlos a trabajar: yendo de casa en casa a hablar con ellos, usando la ironía y hasta la burla, sin embargo no consigue nada.

Por todo ello al final se nos presenta ya como un hombre anciano, feliz y satisfecho, alegre por el sentimiento del deber cumplido.

[3]​[4]​ Personaje principal esta novelas cortas es el cura Rosa, quien más tarde será apodado Popa Tanda.

Slavici se muestra en esta novela como gran dominador de la combinación entre narrativa, descripción y diálogo.