Poilu es un término del argot militar utilizado para referirse a la infantería francesa de la Primera Guerra Mundial que significa, literalmente, peludo.
[2][3] La imagen del soldado barbudo francés obstinado fue ampliamente utilizada como propaganda y en monumentos de guerra.
Si ya vivir entre fango, frío y suciedad unido a la mala alimentación era duro lo peor llegaba cuando el poilu entraba en combate.
No era raro ver asomar del barro restos humanos, pedazos de soldados franceses o alemanes destrozados por la artillería.
El último poilu sobreviviente de la Primera Guerra Mundial fue Pierre Picault.