Aunque estos poemas pueda parecer que traten temas superficiales, son obras de arte en miniaturas sutiles y artificiosas.
Bajo la influencia de los griegos, y en especial del poeta Partenio de Nicea, que fue hecho prisionero en la guerra contra Mitrídates y llevado a Roma en el año 73, recobrando la libertad gracias a su talento, los neotéricos latinos o poetae novi (siglo I a. C.) rechazaron, al igual que sus homólogos griegos, las normas sociales y literarias tradicionales.
Influidos por los alejandrinos, cultivaron el epigrama y el poema narrativo corto o epilio, pero también formas más largas en las que hicieron alarde de su erudición, contradiciendo a Calímaco, que odiaba las epopeyas extensas.
Los principales poetae noui fueron discípulos de Valerio Catón, al que consideraban su maestro.
El elegíaco Cayo Cornelio Galo vino a resumir el estilo neotérico para los poetas augusteos posteriores y cierta influencia de su poesía también puede ser vista en los trabajos de su amigo y coetáneo Virgilio, quien era una generación más viejo que ellos.