Jerónimo, Prisciano y otros atribuyeron la obra a Cicerón (cuya obra De inventione era llamada Rhetorica prima, y la del Auctor ad Herennium, Rhetorica secunda), mientras los investigadores modernos apoyan las posibilidades de Lucio Elio Estilo, Marco Antonio Gnifo y Ateyo Pretextato como autores.
El autor, como puede inferirse del propio tratado, no lo escribió por dinero, sino como favor a su pariente y amigo Herenio, para cuya instrucción prometía proveer otras obras sobre gramática, asuntos militares y administración política.
También expresa su desdén hacia la escuela retórica ordinaria, los dialécticos puntillosos y su sensación de incapacidad para hablar, dado que no osan pronunciar su propio nombre por miedo a expresarse ambiguamente.
Los principales objetivos del autor son la concisión y la claridad (breviter et dilucide scribere).
Cuando es posible, usa terminología latina para los términos técnicos, y da sus propios ejemplos de diversas figuras retóricas.