Poemi Asolani

Es el propio protagonista, el compositor Malipiero (encarnado por el actor francés Philippe Nahoun) quien cuenta momentos importantes de su recorrido existencial y artístico: «Me acuerdo de todo y busco la cruel alegría que me hace sufrir, porque ella me transporta a un mundo que domina mi fantasía».

[1]​ Sus primeros recuerdos se sitúan en Venecia, su ciudad natal, en sus tradiciones musicales y teatrales, a las cuales permanecerá ligado toda la vida.

Más tarde, asiste al liceo musical de Bolonia, donde estudia bajo la dirección del maestro Marco Enrico Bossi, pero rápidamente, sus verdaderos maestros serán los compositores italianos de los siglos pasados: Palestrina, Gesualdo da Venosa, Orazio Vecchi, Claudio Monteverdi y Domenico Scarlatti, a los cuales estudiará con profundidad como autodidacta.

La profunda sugestión que lo invade, estimula su creatividad: «He de confesar que, sin desear contar ni reproducir mi visión, me sentí obligado a escribir los «Poemas Asolanos» en la certidumbre de no contradecirme».

En efecto, las obras de ese periodo reflejan una profunda agitación interior y, al mismo tiempo, un enorme poder creativo.

Se consuela con la presencia de animales, que él considera más musicales.

[4]​ A pesar de la pesadilla del ruido, Malipiero compone sinfonías, cuartetos y música para piano.

[5]​ La crítica no le perdona sus injurias a la ópera italiana del siglo XIX.

[6]​ Salvo indicación específica, todas las obras o sus fragmentos, son de Malipiero y se mantienen con su título original: En todas las versiones, en cualquier idioma, el título de la versión original, en italiano, permanece sin cambios: POEMI ASOLANI.

[7]​ «La música instrumental de Malipiero es muy cinematográfica, lo cual me pareció particularmente adecuado para mis propósitos».

Asolo.