Ante la ausencia emocional de su padre, Pablo se junta con amigos que lo introducen al mundo del rock'n'roll y comienza a sentirse atraído hacia el ocultismo.
Su habilidad para la música se hace evidente y aunque Carmen cree en su talento, el rock es un asunto que ella no apoyará.
El dolor de la ausencia paterna y el rechazo de su madre ante sus sueños, fermentan en Pablo un odio que se torna lentamente hacia Carmen y la religión que ella profesa.
Llevado por su ambición de triunfar en la música, Pablo decide pactar con el diablo.
Carmen intenta todo para restablecer la relación con su hijo, y fiel a sus principios, ora incesantemente por él durante catorce años.