[1] Es considerada ampliamente por la crítica especializada como la banda más importante, popular e influyente del rock en español[3][4][5] y una leyenda de la música latinoamericana.
[13] En 2006 la revista estadounidense Al Borde publicó una lista con las 500 mejores canciones del rock iberoamericano, premiando sus canciones «De música ligera», «Persiana americana», «En la ciudad de la furia», «Cuando pase el temblor», «Zoom», «Signos», «Ella usó mi cabeza como un revólver», «Trátame suavemente», «Primavera 0» y «Un misil en mi placard».
En 2020 la revista Billboard elaboró una lista con las 25 obras maestras del rock en español incluyendo la canción «Cuando pase el temblor».
[30] Luego de que Gustavo le dijera a Charly «¡el pelo te lo cortás!» la banda quedó formada.
Una noche fueron llamados de un pub para suplir al grupo Nylon, que no iba a poder tocar.
En el tercer show, Horacio Martínez, un histórico productor «cazatalentos» del rock argentino, los escuchó y los llevó a grabar profesionalmente para CBS, hecho que no se concretó sino hasta mediados de 1984, integrándose a la agencia de Rodríguez Ares.
En abril de 1986, Soda Stereo llegó al Estadio Obras, conocido como «el templo del rock argentino».
Realizaron cuatro históricas funciones a lleno total sumando 20.000 espectadores, el 11, 12 y 13 de ese mes.
Sin abandonar los ritmos «bailables», este segundo LP logró más profundidad en las letras y madurez en las melodías.
[44] Con una carga emocional muy fuerte tocaron en Obras el 8 y 9 de mayo para presentar Signos en Buenos Aires.
[56] Cuando llegaba 1988, Soda Stereo ya era la banda más importante del pop rock latinoamericano[57] y se disponían a grabar su nuevo álbum, cuya producción artística estuvo a cargo del puertorriqueño Carlos Alomar, quien había trabajado con David Bowie, Mick Jagger, Simple Minds, Iggy Pop y Paul McCartney entre otros.
La idea era volver a Obras, pero ya no para tocar en el estadio de básquet como la vez anterior, sino para algo mucho más ambicioso: tocar en las canchas exteriores de hockey y rugby, que daban mucha mayor capacidad.
En Argentina abarcó treinta ciudades, incluyendo lugares donde nunca se había presentado una banda de la envergadura de Soda Stereo (San Juan, Santa Fe, Junín, Formosa, Puerto Iguazú, Corrientes, Posadas, Chascomús, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Trelew, Neuquén, Santa Rosa, Trenque Lauquen, Mendoza, Córdoba, Río Cuarto, Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Salta, Rosario, Buenos Aires, Olavarría, Pergamino, entre otras).
La Gira Animal cerró con catorce funciones en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, con capacidad para 3.300 personas, entonces un récord notable.
[69] En enero de 1993, emprendieron su sexta gira latinoamericana, el Dynamo Tour, visitando México, Chile, Paraguay y Venezuela.
Su actitud se debió a muchos factores:[59] cansancio con la banda, deseos de un proyecto solista (que se plasmaría en el álbum Amor amarillo) y acompañar el embarazo de su mujer Cecilia Amenábar, que finalmente daría luz a Benito Cerati.
Cerati encaró su primer proyecto enteramente solista y en 1993 lanzó el álbum Amor Amarillo, aunque dijo que no tenía la intención de seguir una carrera en solitario.
Fue entonces cuando durante un ensayo, a Gustavo le salió «Ella usó mi cabeza como un revólver»: fue la puntada final del disco.
A lo largo de su carrera, la banda había tenido muchas discusiones como ésta, pero Cerati siempre se imponía.
Estaba claro desde un principio que la producción sería por parte de Sony y la productora Cuatro Cabezas (con Mario Pergolini al frente).
[11] Entre los diálogos que Gustavo Cerati mantuvo en nombre de la banda con los seguidores durante los recitales se destacaron los momentos en que aquel agradeció los aplausos con un «gracias» y la gente respondió «totales!»,[83] así como cuando cantaba «Un millón de años luz» («no vuelvas sin razón») y dijo:
En 2015, Cirque du Soleil anunció un espectáculo temático en homenaje a la banda titulado Sép7imo Día - No descansaré, presentándolo entre 2017 y 2018.
Zeta y Charly volvieron a reunirse para producir la banda sonora, remezclando pistas originales de diferentes canciones.
Tienen programado visitar Argentina, Perú, Chile, México, Paraguay, Estados Unidos, entre otros países de América durante la gira.
Fue así como en los discos Nada Personal y Signos convivían éxitos («Juego de seducción», «Persiana americana», «El rito») con canciones más oscuras («No existes», «Ecos», «Final Caja Negra»).
Para ello, Gustavo Cerati contrató al experimentado músico Carlos Alomar (entre otros, durante muchos años guitarrista de David Bowie) como productor musical y fueron a vivir a Nueva York por más de un mes para trabajar en su cuarto disco Doble Vida.
Además, se apreciaba una notable influencia de la música electrónica, la psicodelia y el dream pop.
[109] A ese dilema se refirió Gustavo Cerati en 1996 cuando declaró: Somos un grupo pop con una fuerte y absorbida cultura rock.
[109][111] En Chile, Soda no solo marcó a toda una generación con su «look», sus letras y su música,[112] sino que la intensa relación emocional establecida entre la banda y sus seguidores resultó un factor determinante para «desnacionalizar» al grupo y volverlo una expresión, ya no solo de los jóvenes de un país determinado, sino de la juventud como sector social uniforme con problemáticas y lenguajes comunes, algo que el rock and roll no había podido lograr hasta ese momento en los países de habla hispana debido a la barrera idiomática.
Excepcionalmente, se habla de quinto y sexto Soda, para referirse a los demás músicos acompañantes principales.