Esta especie habita al sudeste de América del Sur, al sudoeste del océano Atlántico, especialmente frente a la Patagonia, aunque tiene una distribución geográfica dilatada, la cual comprende las aguas litorales atlánticas desde la latitud de 20ºS, frente al estado de Espírito Santo, Brasil,[1] siguiendo hacia el sur por todo el sudeste de ese país, continuando por las aguas uruguayas y argentinas hasta los 50ºS, frente a Santa Cruz.
Este volumen generalmente no es aprovechado, ni aun las especies de peces comerciales, por lo que es devuelto a las aguas, muerto.
Por ejemplo, en la zona del golfo San Jorge por cada kg de langostino se capturó 1,29 kg de merluza común; en sólo un año fue tirado por la borda en la Argentina entre 35 900 y 42 000 t del principal pescado comercial del país por esta causa, agravado por el hecho que entre 60 y 93 % de los ejemplares eran juveniles.
Son embarcaciones especialmente preparadas para la pesca en altura, por lo que suelen permanecer entre 20 días y dos meses sin recalar en un puerto, dependiendo de la disponibilidad del crustáceo y la capacidad de la bodega.
Su boca permanece abierta por efecto hidrodinámico al ser constantemente arrastradas por la embarcación.