Con la expulsión de los moriscos, acaecida en 1610, Pleitas debió quedarse casi despoblada, siendo necesaria la captación de nuevos pobladores, los cuales aceptaron en 1616 las heredades y tierras que les correspondieron.Los regadíos tuvieron gran protagonismo a lo largo del tiempo.Esta sentencia arbitral todavía tenía vigencia en 1626, pues a ella se recurrió para plantear la reedificación del azud y acequia denominados de Pleitas.No es mucho lo que se conoce sobre del pasado de Pleitas.Lo que sí podemos afirmar es la larga vinculación con la Orden de San Juan de Jerusalén, seguramente hasta la primera parte del siglo XIX, coincidiendo este momento con el proceso de disolución del régimen señorial en España, y el carácter eminentemente agrícola de la población, en la que jugó un importante papel el regadío.