Plaza de Puerta Cerrada

[1]​ Este espacio urbano se prolonga al este con la plaza de Segovia Nueva, en la que a su vez confluyen las calles de Toledo, Concepción Jerónima, Grafal y la Colegiata.[2]​ La plaza se encuentra presidida por una cruz de piedra realizada en 1783.El nombre oficial "cerrada", se debió a que lo fue por los numerosos pillajes y robos que se producían en la misma, como señala Jerónimo de la Quintana.Se distinguen elementos arquitectónicos como el adarve, el pretil y restos de un torreón, si bien ni el lienzo de mampostería ni la torre son visibles al público.Las imprentas ultramontanas de la época repartieron un pasquín con esta copla:[5]​
Dos de las señas de identidad del recinto urbano de Puerta Cerrada: la cruz de piedra de 1738 y tras ella, el trampantojo de una enredadera en una fachada, mural pintado por Alberto Corazón en 1983. A la derecha, asoma la cúpula de la Colegiata de San Isidro
Encrucijada de Puerta Cerrada
Edificios del siglo XIX en la confluencia con la calle de Cuchilleros
Detalle de uno de los murales que decoran el contorno de la plaza