Los distintos acontecimientos militares y políticos ocurridos durante el siglo XIX incidirían en el nombre de la nueva plaza.
En aquel momento, la espada fue sustituida por unas cadenas rotas, quitándole ambigüedad al primer símbolo de pacto republicano entre los partidos.
A inicios del siglo XX, el intendente Ramón V. Benzano le encomendó al paisajista francés Charles Thays el embellecimiento de esta plaza.
Por esta época se le agregaron canteros y escalinatas que enaltecieron paseo.
En torno a esta plaza, se ubican varios edificios de importancia para el país.
En la esquina suroeste se encontraba el palacio Jackson, un edificio de estilo renacentista italiano construido en 1891 por los arquitectos alemanes Parcus y Siegerist, que había sido mandado edificar por Emilio Reus y proseguido por Juan D. Jackson.
El edificio tenía 4 plantas, y tuvo el primer ascensor que se instaló en Montevideo.
Actualmente se levanta en su lugar un moderno edificio de oficinas, con locales comerciales en la planta baja sobre la Av.