[1][2] El escarabajo del castor posee varias modificaciones estructurales para adaptarse a su modo ectoparásito de vida.
Es aplanado, no tiene alas ni ojos,[3] y sus mazas antenales tienen los antenómeros 3 a 11 acortados, compactados globularmente y parcialmente encerrados en un antenómero con forma de cuchara.
Las larvas también son ectoparásitos de castores y tienen ganchos en los tres segmentos torácicos que le permiten aferrarse a su hospedador.
Se ha hipotetizado que la nutria pudo haber recogido el parásito cuando entró en el dique de un castor o tal vez mató a un individuo joven, algo que las nutrias hacen ocasionalmente.
Es posible que las larvas también puedan actuar como carroñeros en el dique del castor.