Es un parásito en sentido estricto, por lo que no es posible cultivarlo en laboratorio en medios sintéticos.
Este tubo germinal se desarrolla en la cavidad subestomática dando lugar a las primeras hifas que continuarán con la invasión del huésped.
Cuando están maduras salen al exterior causando un esparcimiento de zoosporas en el viñedo.
Cuando las condiciones climáticas empeoran para el protista, se forman los gametangios a partir del micelio: se diferencian el oogonio femenino y el anteridio masculino, produciéndose por tanto la fase de reproducción sexual.
Una característica fundamental de este grupo de organismo es que contienen muy poca quitina en la pared celular(a veces no poseen), dicho grupo se denomina Oomycota.
Este protista es un endoparásito, por lo que no se ven estructuras visibles hasta que la infección ha dañado de forma grave al huésped, pero no de forma irreparable.
En regiones cercanas a la floración aparece una curvatura en forma de 'S' y el raquis del racimo se oscurece.
No obstante, esto provocó la importación de P. viticola lo cual llevó al consiguiente desastre, puesto que los injertos de V. vinifera eran muy sensibles a este patógeno.
La solución a este mal llegó más rápido que el de la filoxera.