Plácido García Gilabert

Tres días después se vieron obligados a dispersarse los religiosos del mismo.

El padre Plácido se refugió en casa de su hermano en Benitachell, buscando seguridad entre sus familiares.

Ante las advertencias de sus familiares sobre el peligro que corría llevando el hábito religioso y no escondiéndose, solía responder: «¿Qué me puede pasar?

Allí vivió durante un tiempo hasta que el día 15 de agosto fue arrestado y ejecutado.

Un practicante de medicina, ayudante del doctor Vicente Noguera, daría su versión tras la autopsia, confirmando que Plácido García había sido torturado, mutilado y asesinado brutalmente.