Es la única pirámide conocida que se completó durante la XIIIª dinastía.
La pirámide principal se encuentra actualmente en ruinas, debido en parte a las excavaciones dañinas de Gustave Jéquier y ahora se eleva solo un metro por encima de la arena del desierto.
La pirámide originalmente tenía una altura de 105 codos reales, que son unos 37 metros.
Al núcleo le fue muy mal con el tiempo y la pirámide ahora tiene solo un metro de altura debido a su desintegración.
También se descubrió un piramidión de granito negro fragmentado en el lado este del complejo y fue restaurado por Gustave Jéquier.
El bloque fue tallado en dos compartimentos destinados a recibir el ataúd del rey, la caja de canopos y el ajuar funerario.
El techo está formado por dos grandes vigas de cuarcita que pesan 60 toneladas.
La entrada a las subestructuras de esta pirámide se encuentra en la base oriental.
Más allá hay una antecámara que se ramifica hacia el norte y el sur hasta dos cámaras funerarias alineadas con mampostería y ambas albergan un gran cofre de cuarcita.
Sin embargo, en un estudio reciente del Segundo Período Intermedio, el egiptólogo Kim Ryholt concluye que el sucesor de Jendyer, Imyremeshaw, usurpó el trono.