Marca se convirtió en una pieza clave para el restablecimiento del catolicismo en Bearn y de su posterior anexión a Francia.
Se sospecha que pudo desempeñar un papel de agente doble durante estas negociaciones.
Como recompensa por sus acciones, en 1622 fue nombrado presidente del Parlamento de Navarra, cámara desprovista de poder que había sucedido al Consejo Soberano tras la anexión.
Para ello compiló documentos de los archivos de los principales monasterios y registros señoriales de la región y plasmó los resultados en una obra llamada Marca hispanica sive limes hispanicus, hoc est, Geographica & histórica descriptio Cataloniae, Ruscinonis, & circum jacentium populorum, publicada en París en 1668.
Esta obra sigue siendo muy utilizada por los historiadores porque la mayor parte de los documentos originales han desaparecido.