Desde entonces, ha promovido la renovación del Ufficio, consiguiendo autonomía jurídica en el interior de la Curia Romana.
El 20 de septiembre de 2003, con ocasión del XXV aniversario del Pontificado, el Santo Padre Juan Pablo II elevó a la dignidad Arzobispal.
Agradece especialmente a Juan- Pablo II que supo concederle su confianza, aunque no siendo un experto litúrgico en sentido técnico del término, y a Benedicto XVI en quien reconoce a un profesor y a un experto en liturgia y que aceptó de buena gana celebrar según los ritos que había concebido para él con motivo de la inauguración de su pontificado.
[4] Es autor de varios libros sobre el tema, como Liturgia e Bellezza.
El cambio ha sido profundo, en especial a través de la promulgación del motu proprio Summorum Pontificum, se ha cambiado desde la propia Cruz, la cátedra, las vestiduras o la decoración del altar en las misas papales.