Piel de asno

[3]​ Un rey tenía una bella esposa, un castillo y riquezas, incluyendo un asno maravilloso cuyos excrementos eran monedas de oro.

Tal era el deseo del rey de casarse con ella que le concedió todos.

El hada madrina le proporcionó un cofre mágico para contener todo lo que poseía, le dejó su varita mágica y la convenció para que, sola y disfrazada con la piel del asno, huyera a un país lejano.

El príncipe lo encontró y declaró que iba a casarse sólo con la mujer cuyo dedo encajara en el anillo.

Entre los invitados a la celebración de la boda aparece el padre que ahora la quiere con cariño paternal.