[2][3] Así como empleada como material de construcción y artesanía.
Distintos autores, especialmente los de origen anglosajón, sostienen que esta designación proviene etimológicamente de la partícula free empleada en Inglaterra para poder distinguir a los maçons que eran trabajadores dedicados exclusivamente a la construcción de catedrales (es decir: freemasons o francmasones) y que su etimología se encuentra en la denominación de la piedra de fácil corte y talla.
Es decir la freestone o piedra franca, a diferencia de la roughstone que era la piedra dura y de corte más difícil, que era trabajada por los obreros denominados “hard hewers” (“hacheros duros”) o “rough masons”.
Empleada en la construcción y ornamentación de fachadas por su fácil manipulación.
La piedra, recién salida de cantera es de color amarillo pálido y adquiere el color dorado característico con el tiempo, y se debe en la mayoría de las ocasiones a la presencia de hierro que se oxida en contacto con el aire.