El padre de Hahn le enseñó latín y hebreo desde los cuatro años de edad.
La sombra de un clavo lo inspiró a estudiar los relojes de sol y, desde ahí, Astronomía.
Mantuvo este como oficio principal, aunque aparte tuvo también un pequeño taller de precisión en la vicaría.
[1] En torno a 1763, Hahn diseñó un reloj de sol de precisión o heliocronómetro, que permitió corregir la ecuación del tiempo.
[1] Reconocido relojero, varios museos de relojería exhiben sus obras, incluido el Museo Alemán del Reloj, que contiene un planetario mecánico y una Weltmaschine del Priestermechaniker(sacerdote mecánico).