Orry se enriqueció al abastecer con caballos y munición al ejército de Luis XIV durante la Guerra de Sucesión española.
Fue intendente en Lille (1715-1718), en Soissons (1722-1727) y en el Rosellón (1727-1728) Gracias a la protección del cardenal Fleury, con quien compartía el gusto por el orden y la austeridad, Orry fue nombrado controlador general de finanzas en 1730.
Su dirección no estuvo exenta de críticas y el marqués de Argenson hablaba con menosprecio del «mal gusto burgués del señor Orry».
Envió a los intendentes, en 1737, instrucciones detalladas para la construcción y el mantenimiento de los caminos, clasificados en cinco categorías.
En 1738 solicitó a los ingenieros de puentes y caminos que ampliaran los planes para las grandes rutas del reino.